
El gol sólo es el camino, no la meta. Samuel Eto’o intenta explicar esto cada vez que le preguntan por sus goles. Pero si la temporada se vive partido a partido, es partido a partido como deben hacerse los análisis. Y los goles del camerunés dan para mucho.“El mejor delantero del mundo”, como le definen sus compañeros, no lo cree de sí mismo (“no soy el mejor delantero del mundo, aún debo trabajar mucho”), pero sus números dicen los contrario. Ya suma 110 goles en 162 partidos con la camiseta del Barça y se ha situado en la posición número 11 de la clasificación histórica de goleadores, superando a Zaldúa (107) y Luis Enrique (109). Además, ya es el cuarto mejor goleador blaugrana de la Liga, con 90 goles en 118 partidos, un dato estratosférico. Pero él, más que contar goles, prefiere contar títulos: “Todo esto no servirá de nada si, al final de la temporada, no hay títulos”. Pero la historia se escribe día a día y Eto’o lo hace a base de destrozar estadísticas. El blaugrana ya sabe lo que es ganar el pichichi, un trofeo que, esta temporada, puede regresar al comedor de su casa, con permiso de David Villa. Pero nunca ha ganado la Bota de Oro. Estuvo a punto la temporada 2004-2005, pero Forlán, que marcó 25 por los 24 del camerunés, le arrebató el premio en el último momento. El carácter ganador de Eto’o invita a pensar que tiene una espina clavada desde entonces. Una espina que, las dos últimas temporadas, no pudo sacarse de encima a causa de las lesiones. Ahora va a por ella. Ya suma 13 goles en 10 partidos, un promedio de 1,3 tantos cada 90 minutos. La clasificación, este año, la lidera Marc Janko, que juega en la liga austríaca, pero Eto’o es segundo, empatado a puntos con Ibisevic, del Hoffenheim, que también ha marcado 13 goles. En su caso, en 12 partidos. “Lo mejor está por llegar”, promete el delantero. Ya sean títulos individuales o colectivos. Lo uno lleva a lo otro, y viceversa.A Eto’o le ilusiona más ganar su segunda Champions que la Bota de Oro, pero, para ambas cosas, sabe que necesita al equipo: “Quiero seguir así cada semana porque eso significará que todos estamos haciendo bien nuestro trabajo”. Y, sobretodo, sabe que necesita a Messi: “Leo siempre ha sido generoso, no sólo ante el Valladolid. Espero que le den el Balón de Oro”. Y no sólo con goles y declaraciones demuestra que está al lado del grupo, sino presionando del primer al último minuto, como ante el Valladolid, cuando, pese a que ya había marcado cuatro goles, puso en aprietos a Asenjo para que marcara Gudjohnsen: “Me satisface casi más presionar y que un compañero marque que marcar yo porque sé que ellos me lo agradecen”.Y es cierto, sus compañeros le están agradecidos por sus goles, por su entrega y por su compromiso con el club, en el que quiso quedarse pese a que no le querían.LA PLANTILLA LE ADORAEl capitán, Carles Puyol, es la voz más autorizada para hablar en nombre de la plantilla sobre Samuel Eto’o. Y todo son elogios: “Para mí sí es el mejor goleador del mundo, pero no sólo por los goles que marca, sino por cómo trabaja y ayuda defensivamente. Marca, pero aporta muchas más cosas”. Otro de los no se lo piensa a la hora de hablar del camerunés es Leo Messi, su mejor aliado el pasado sábado: “Yo nunca he tenido ninguna duda de que Samuel Eto’o es el mejor delantero del mundo. Como Samuel no hay otro”. Alves, que le dio el balón del primer gol, considera que “lo de Samu no tiene calificación... ¡Con el trabajo que hace y encima marca tantos goles! No tengo palabras. Es un futbolista muy listo que marca la diferencia, el mejor delantero del mundo”. Henry, que también vive para el gol, lo define así: “Sólo dos futbolistas en esta plantilla tienen el gol metido en la cabeza de forma tan fuerte: Bojan y Eto’o. Samuel vive por el gol”. Martín Cáceres, por su parte, cree que “está pasando por un gran momento y el equipo se lo agradece”. Hleb tampoco le ve defectos: “Es un delantero fantástico”. Eto’o da las gracias a base de goles.
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