Miguel Ángel Alario fue el primer ponente del décimo ciclo de conferencias divulgativas organizado por la Facultad de Químicas de la Universidad de Oviedo y la Real Academia de Ciencias, con la colaboración del Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.
Alario, catedrático de Ciencias Químicas en la Complutense, habló de los superconductores, metales que no oponen resistencia a la electricidad y que poseen interesantes aplicaciones científicas y tecnológicas. Un par de horas antes de su intervención, recién llegado a Oviedo desde Madrid, Alario reflexionó sobre asuntos más generales, sobre la ciencia y la Universidad, la crisis y la baja calidad del sistema educativo. Entre todas sus opiniones expresa una firme convicción: «La ciencia tendría que ser una cuestión de Estado, que requiere un pacto político. Yo dirigía los cursos de verano de El Escorial cuando publicamos el "Manifiesto de El Escorial", en el que pedíamos precisamente eso».
-¿La ciencia puede ayudar a España a salir de la crisis?
-Una de las maneras de salir de la crisis es tener industrias de alta tecnología, que tengan mucho valor añadido. Aquí los productos manufacturados suelen ser de patente extranjera. No se fabrica ningún coche de patente nacional. Eso significa que cuando las cosas van mal, los recortes empiezan aquí. Además de fábricas de elementos manufacturados hay que invertir en investigación. El dinero está en el valor añadido, que es la imaginación, las nuevas ideas...
-La investigación no es una actividad muy popular en España.
-Ortega y Gasset, en «La misión de la Universidad», un libro caduco pero que resulta interesante leer, dice que nuestra raza no está dotada para la ciencia. Eso es falso. Todos los españoles que hemos salido fuera y los que hemos vuelto hemos hecho ciencia. Tenemos tendencia al pesimismo unamuniano y hay que quitarse prejuicios.
-Hay muchos grupos de investigación.
-En relación con nuestro PIB (producto interior bruto) estamos muy por detrás en investigación. En los años ochenta se hizo un gran esfuerzo, pero realmente estamos un poco atrasados.
-¿Falta impulso público?
-El sector público ha crecido mucho, el privado no. Vivimos en un país en el que el ocho por ciento de la población es funcionaria. De lo que se trata es de que las empresas hagan investigación y vendan sus productos. La labor del Estado sería desarrollar la investigación fundamental. Ser un país de servicios no es bueno, es mal planteamiento, pero es difícil que las empresas se lancen a hacer investigación. Hay un camino, que se ha aplicado en Navarra, el País Vasco, en Castellón... Son las asociaciones de empresas que crean institutos de investigación que resuelven problemas concretos. Éste es un buen momento para replantearse nuestro modelo económico.
-¿Hay jóvenes interesados en la investigación
-Los jóvenes no piensan en ser uno de nosotros. Piensan en ser Gasol o Nadal. No tienen la llamada de la investigación. Es difícil reclutar buenos estudiantes para hacer tesis y ése es un problema europeo. La comunidad ha creado las becas «Marie Curie» para reclutar a los mejores cerebros extranjeros, como en Estados Unidos, que cobrarán el doble que los becarios de aquí. El enfoque europeo aún no es acertado, no tiene nada que ver con la National Science Foundation de Estados Unidos.
-¿Y Bolonia? ¿Cómo afectará esa reforma a la investigación?
-La reforma se aplicará cuando yo me jubile, así que no tengo mucho que decir. No es verdad que se venda la Universidad a la empresa. No tienen una idea clara de la reforma, e igual que unos salen de botellón a otros les da por protestar por Bolonia. La Universidad está muy mal; y no por falta de medios, sino porque los sistemas de selección de profesores y alumnos han perdido el criterio de esfuerzo y eso desde Primaria. No se valora el esfuerzo, hay indisciplina... Esos problemas se reflejan en la Universidad. Yo noto una caída en picado en mis alumnos desde hace algunos años en conocimientos e interés.
Miguel Ángel Alario y Franco
(Madrid, 1942)
Es doctor en Ciencias Químicas y catedrático de Químicas de la Universidad Complutense. Es miebro de la Real Academia de Ciencias.
Fue decano de la Facultad de Químicas, candidato a rector de la Complutense en 2003 y Premio de Investigación «Jaime I». Ha dirigido los cursos de verano de El Escorial.
José Manuel Fernández Colinas, decano de la Facultad de Químicas de Oviedo, denunció ayer «la falta de conocimiento y cultura científica» de España y añadió que «paliar esta situación es deber de todos». Lo hizo durante la presentación de la primera conferencia del ciclo de divulgación científica y tecnológica, a cargo de Miguel Ángel Alario, para criticar la «reducción drástica y dramática en los currículos de la ESO» de las materias científicas. En la foto, Alario, a la izquierda, y Fernández Colinas, durante la introducción del acto.
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Hace 15 años
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